Cómo los sistemas inteligentes de abastecimiento e inventarios ayudan a incrementar la resiliencia de las cadenas de suministro en tiempos de Coronavirus
Durante los últimos treinta años, las empresas industriales han hecho mucho hincapié en la excelencia operativa y han aprovechado la globalización para mejorar sus márgenes y su capital de trabajo, al mismo tiempo añadiendo complejidad e incertidumbre a sus cadenas de suministro.
Los “cisnes blancos” como las pandemias, aquellos acontecimientos impredecibles pero con certeza de producirse, como las concibe el autor del best seller «El cisne negro», Nassim Nicholas Taleb, nos han demostrado que tras el COVID-19 podrían prevalecer prácticas alternativas o más diferenciadas de gestión de la cadena de suministro.
Esto plantea la cuestión de si hemos hecho demasiado hincapié en la eficiencia de la cadena de suministro a expensas de la agilidad, la continuidad operacional y la seguridad de los suministros, y si hemos optimizado para los parámetros adecuados.
Las cadenas de suministro son sometidas a pruebas de estrés y los stocks de seguridad aumentan
Durante el último mes hemos visto comportamientos y eventos que van desde el pánico en las compras, a las oscilaciones en los precios de materias prima y combustibles, a los cierres o restricciones en las fronteras, aeropuertos y puertos de embarque por tierra poniendo a prueba a casi todas las cadenas de suministro.
Esto ha desafiado significativamente los esquemas y procesos convencionales de todas las industrias. «Hemos visto a las empresas aumentar drásticamente los stocks de seguridad, básicamente transformando la manera en que pensamos acerca de ellos dejando de verlos como un desperdicio. También las hemos visto adoptar principios de gestión de riesgo más sofisticados cuando se trata de evaluar la huella de toda su cadena de suministro», en palabras del profesional, Líder de la Cadena de Suministro en Olam, Aleksandr Sidorec entrevistado por GenLots.
Como resultado del «cisne blanco» que estamos presenciando ahora, la suma de aquellas eficiencias y ventajas financieras logradas como resultado de mantenerse lean y producir a distancia pueden estar erosionándose rápidamente, si es que no la ha sido ya completamente.
Si bien muchas empresas tal vez no se hayan visto tan afectadas, y mucho menos tengan la edad suficiente para haber aprendido alguna lección de la epidemia del SARS (por sus siglas en inglés) del 2002 o del virus de la gripe H1N1 del 2009, ha sido posible para muchas de ellas cambiar de dirección y adaptarse rápidamente aprendiendo de los países afectados con anterioridad al de ellos por la actual pandemia y adoptando medidas inmediatas de mitigación.
«Por ello, el hacer pruebas de estrés no debe aplicarse únicamente a la industria financiera. En base a mi experiencia desarrollando metodologías similares dentro de la cadena de suministro, lleva un mínimo de 5 meses elaborar, probar y adaptar esquemas de ese tipo para una empresa específica. Pero los beneficios finales son enormes y vale la pena gastar los recursos porque esto está ayudando a ecosistemas empresariales enteros que emplean a miles de personas a sobrevivir», continuó el Sr. Sidorec.
El rol de los sistemas inteligentes de abastecimiento y planificación de inventarios
Cuando todas tus premisas cambian repentinamente, quieres que tu sistema cambie con ellas. La configuración tradicional de los sistemas para la cadena de suministro y ERPs a través de consultores es demasiado lenta para adaptarse. Lo que quisieras es un sistema que se adapte automáticamente, o que al menos te indique dónde tus supuestos actuales podrían producir un cambio en la parametrización.
Es evidente que una crisis como ésta no induce efectos uniformes en todas las industrias, empresas y geografías. En el caso de las empresas farmacéuticas, el aumento de las demoras de los proveedores debido a la gran dependencia de países como China y la India, unido a un repentino aumento de la demanda, exige mayores stocks de seguridad. Por otra parte, para empresas como las productoras de cerveza, puede significar pasar del modo de expansión al modo defensivo, teniendo la necesidad de liberar el flujo de caja y reducir la producción para adaptarse a una caída en picada de las ventas.
Sin embargo, ambos escenarios demuestran la necesidad de una rápida adaptación al nuevo paradigma y, simultáneamente, de optimización. Esto se extiende a todas las actividades a lo largo de la cadena de suministro, incluyendo la previsión, el diseño de procesos, la producción o la planificación de órdenes.
Como explica el Sr. Sidorec, «Las empresas no deberían aumentar sus stocks a ciegas, sino más bien aprovechar los algoritmos de optimización para hacer los trade-offs adecuados, encontrando el equilibrio entre la seguridad del suministro y el costo total de propiedad (TCO) – es decir, el costo total de la compra, el transporte, las inspecciones y el almacenamiento de los materiales para la producción». Las empresas industriales que se mantengan bien posicionadas después de esta crisis habrán logrado el equilibrio adecuado entre estos dos objetivos.
El rápido aumento y la adopción de machine learning para aplicaciones industriales en los últimos años resultará clave en la gestión de esta crisis. Al mismo tiempo, la adaptabilidad y la confiabilidad de esas aplicaciones se pondrán a prueba.
Cómo los sistemas inteligentes apoyan a las personas
Cuando se trata de adaptarse rápidamente, las empresas deben tener en cuenta que es tanto una cuestión de tecnología como humana.
«Involucrar y dirigir a las personas en tiempos como estos puede ser muy difícil, ya que la incertidumbre reduce la moral de los empleados. Invertir en tecnología con antelación es bueno, pero es esencial demostrar liderazgo eliminando la ambigüedad y estableciendo objetivos concretos para los empleados», Sr. Simon Schenker, co-CEO de GenLots, una joven empresa de software para optimizar el abastecimiento con sede en Suiza.
No obstante, estas herramientas tienen el potencial de aliviar la carga de trabajo para los empleados haciéndolos más eficientes, reduciendo las intervenciones manuales y permitiéndoles centrarse en lo que mejor saben hacer así como en las áreas más críticas de la gestión de la crisis.
Algunos cambios introducidos durante la crisis en la forma de trabajar de las empresas también podrían dejar un gran legado. Por un lado, muchas empresas se han visto obligadas a implementar una política de trabajo desde casa durante estos tiempos, potencialmente por primera vez. «Esto puede dar lugar a la creación de más equipos descentralizados y remotos, por lo que se requiere un mayor énfasis en la automatización y la visibilidad de los datos, la planificación de escenarios y la coordinación», añadió el Sr. Sidorec.
Por otra parte, otras empresas que forman parte de la infraestructura crítica de la cadena de suministro para suministrar bienes y servicios, como alimentos y bebidas, han estado trabajando las 24 horas del día. «Nuestra prioridad número uno ahora es nuestro compromiso de proteger a nuestros empleados. Nada de esto sucedería sin ellos. Hemos necesitado crear continuamente un entorno de trabajo seguro siguiendo todas las recomendaciones de la OMS para que nuestros empleados tengan la confianza de que estamos tomando las medidas correctas», compartió el Gerente Senior de Operaciones en Source Logistics (una empresa 3PL con sede en EE.UU.), Luis Rodríguez, quien mencionó haber visto los volúmenes de rotación de inventario en su división de alimentos y bebidas subir un 250%.
Evidentemente, tener una fuerza de trabajo enferma o desmoralizada también podría resultar catastrófico, ya sea que afecte a los operadores o a los ejecutivos. Hoy en día, muchas empresas siguen confiando en la intuición y en la opinión de la persona mejor pagada (HiPPO) para tomar decisiones, pero las crisis sanitarias pueden tener el desafortunado efecto de impactar a esas personas durante un largo período de tiempo. Aquí es también donde juegan un papel las soluciones inteligentes, disminuyendo los riesgos de las organizaciones al cambiar la toma de decisiones de depender de una sola persona a la toma decisiones informada por los datos permitiendo que otra persona las pueda tomar.
Anticipando y preparándose para la secuela
Los gerentes de la cadena de suministro tampoco deben ignorar lo que vendrá después de que la crisis de la pandemia haya terminado. También deben estar preparados para el rebote; un rebote con una gran competencia por obtener capacidad en las redes logísticas, incluidos los contenedores de transporte y el flete aéreo.
Además, deben estar alineados con el hecho de que una posible recesión económica pudiera reducir sus futuros ingresos y, por lo tanto, se vean obligados a encontrar otras formas de aumentar su rentabilidad, por ejemplo, mediante oportunidades de ahorro de costos.
Al mismo tiempo, «las empresas deben ser proactivas en aprovechar las nuevas oportunidades que vendrán, como en los nuevos comportamientos de los consumidores y los canales de distribución, así como en los cambios regulatorios y legislativos», mencionó el Sr. Javier Martínez, presidente de la Asociación de Empresarios Mexicanos (AEM) de Los Ángeles y Director General de Martínez Brands.
En resumen
El Coronavirus es sólo uno de los muchos «cisnes blancos» inminentes que podrían amenazar la capacidad de recuperación de una empresa, entre los cuales están también las tensiones políticas, los cambios en las políticas comerciales, los fenómenos meteorológicos extremos y los futuros brotes infecciosos, como describe Beata Javorcik, economista jefe del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo.
Las empresas industriales se verán desafiadas a mantener o aumentar su eficiencia en función de los costos, mientras siguen los cambios en la demanda, los cambios en la gestión de inventarios y las interrupciones en el suministro.
«Esto nos recuerda una vez más que muchas empresas necesitan pasar del enfoque puro en los costos hacia la gestión inteligente de los riesgos de la cadena de suministro, lo cual a veces requerirá tomar decisiones difíciles que podrían ir en contra de los objetivos a corto plazo de la empresa», concluyó el Sr. Sidorec.
Por último, las consideraciones estratégicas de los grupos industriales con respecto a la huella de su cadena de suministro podrían tener profundas consecuencias en la globalización tal como la conocemos. Entre esas consideraciones figuran las siguientes:
- ¿Mis proveedores y yo estamos produciendo y abasteciéndonos en los lugares y la cantidad de lugares correctos?
- ¿Deberíamos trasladar la producción de componentes críticos o las líneas de producción o ensamblaje más cerca de nuestras instalaciones?
- ¿Deberíamos integrar verticalmente partes de nuestras actividades?
Agradecimientos hacia todos los expertos en cadena de suministro y ejecutivos entrevistados que hicieron este artículo posible: Aleksandr Sidorec, Luis Rodriguez, Javier Martínez, Pierre-Yves Bridel, Jaime Garza, Alejandro Rodriguez.
Sobre el autor:
Andrés Engels es Project Manager en la empresa de software, GenLots, la cual utiliza machine learning para optimizar el abastecimiento de materiales en empresas industriales. Es también estudiante de maestría en Gestión, Tecnología y Emprendimiento en EPFL en Lausana, Suiza así como licenciado en Ingeniería Industrial y de Sistemas por la Universidad del Sur de California (USC). Puede ser contactado vía Twitter @aaengels.